Toqué el cielo…
Eran las 4 de la tarde de un domingo de mayo y en mi cama reposaba un pantalón de costalero, un costal, camiseta y zapatillas, todo de color blanco. Era mi tarde….iba a debutar en la mejor y más ansiada plaza en la que puede lidiar un costalero. Me vestí y me fui para la igualá, la cita a las 5 en punto de la tarde. El cielo no pintaba nada bien, una vez en el patio de la catedral comenzó a llover, durante la misa arreciaba la lluvia, lo que dio lugar que se suspendiera la salida a la calle. Pero no importaba, la procesión se haría en el interior de las naves catedralicias y como dijo después nuestro capataz, ¡qué mejor que bautizarse como costalero del Señor dentro de la Catedral!. Una vez debajo del paso, las sensaciones son indescriptibles, un silencio sepulcral, cada costalero a su trabajo y a hablar con Él ya que no se puede estar más cerca. El pasito muy corto, el órgano sonando, los fieles que abarrotan la Catedral cantando cánticos litúrgicos…y llega por fin la chicotá sacramental….desde la mitad de la nave derecha de la catedral bajando hacia la puerta principal, dos variaciones para subir hacia el altar mayor….Sin duda la chicotá que más profunda me ha calado, la que repetiría mil veces…desde ese momento tengo el orgullo y el honor de ser Costalero Sacramental y espero ansioso confirmar esta alternativa si Él quiere en una mañana de Jueves de Corpus.
FIRMA Juanvi.
ENORABUENA.
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1 comentario:
Que bonitas tus letras salidas desde el corazon,ahora ya comprendes lo que es llevar al señor.Tus sentimientos nos transmiten toda aquella emocion que por primera vez sentiste en ese domingo que, aunque no viste los rayos del sol nada podia nublar ese dia en que todos los que te querian con orgullo de ti hablarian por ir tan cerca de Dios.
Muchas gracias por hacernos disfrutar a pesar de la distancia lo bonito d llevar a lo mas grande a tus espaldas.
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