LOS COSTEROS DEL ALMA

Esta mañana al sacar una carpeta de la estantería,se ha caído una estampa al suelo ,cayendo boca abajo sin saber que cristo era.La he cogido lo he mirado y me ha venido al recuerdo del color blanco de Domingo de Resurrección,me he sentado y mirándola e recordado los costeros del alma.

Recuerdo la recogía del paso,de las ultimas chicotas, que ya se fraguaban en la madruga de un Lunes de trabajo laboral,pero no importaba no queríamos avanzar ,el trabajo ya estaba hecho,ya solo era el alma el que movía el paso sobre nuestro costal.

Las plumas se mecían suavemente cerca de Dios,una mecía suave acompasada que sus costaleros dormían al cambio de un costero, costero que se daba con el alma porque nos mecíamos en una nana soñando de nuevo un Domingo de Palmas.

Tan suave era,que teníamos que despertar al compás de un izquierdo para seguir el camino que nos lleva al sentido de todo esto y que,pasito a pasito,chicota tras chicota, pasan los días en la vida para volver aquel maravilloso lugar.