La tarde de Jueves Santo ,me fuí a ver salir la Hermandad de la Redención, sorprendido por la valiente decisión de la Hermandad ,contemplé con varios amigos dicha salida.
Tras ver la trasera del palio de la Salud por su barrio,y con pinganillo en la oreja, corrí para ver el Misterio del Perdon por los grifos.Desafiando el tiempo bajaba por San José,pero las nubes venían cada vez más negras y el dia se volvia gris.
No tardó en romper el cielo en forma de lluvia,donde la Hermandad decidio dar la vuelta.Yo ,sin paraguas, intente plasmar con mi cámara esos difíciles momentos,acompañando al Perdon hasta su iglesia.
Tras recogerse,me dirigí a toda prisa y con la gomina chorreando por mi cara y empapado para ver la Hermandad de Salesianos refugiada en el Palacio de Congresos.
Tras ver esas curiosas estampas,me fuí para casa para cambiarme de ropa por que no era normal como estaba.
Tras meter el pantalon en la secadora,y cenar algo,me dispuse con mi costal bajo el brazo, hacia donde habíamos quedado para coger el autobus y trabajar la cofradia de la Obediencia en Guadix.
El viaje se paso rápido con risas y anécdotas del personal,recuerdo cuando Antonio Lobaso tenia que ponerse un parche en el cuello y se trajo las tijeras de cortar el pescado(literalmente)
Al llegar a Guadix y entrar al claustro nos sorprendió un nazareno de negro y como antiguamente pidiendo limosna.
Tras la iguala,recorrimos las dependencias y vimos el caracter de la Hermandad que tambien nos sorprendio positivamente, serios,austeros,impresionante.
Ya recogía la Hermandad y tras subir y bajar 3423525 cuestas,dormia en el autobus cansado de una jornada más.
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