martes, 28 de junio de 2011

ERA UNA TARDE DE PRINCIPIOS DE VERANO...




Tras depositar la Custodia en su altar,tras el paseo de su Octava,camina para recoger el coche que lo había dejado en el Realejo.

Al llegar a la altura de la plaza Luis Rosales,allí lo vi, estaba sentado en un banco de madera,con las piernas cruzadas y leyendo un libre de pasta vieja.

El sol ya solo se reflejaba en la fuente y tras de él un color pálido en la pared.Atardecía en aquel lugar ,en esa tarde de verano.

Yo hice como si no lo hubiera visto,no quise romper su momento de evadirse de ese calor que poco a poco desaparecía.
A lo mejor en esas lineas leía su voz ronca volando entre incienso como hace cualquier noche de Semana Santa,o quizás y por su cercanía a su Nazareno solo le recitaba alguna poesía.

Ahora me arrepiento de no haberme parado y aunque le hubiera roto ese silencio,le hubiera dado una espiga de trigo que minutos antes acompañaba al Santísimo,y estoy seguro que seria el mejor separador de hojas que puede tener un libro...

No se si leerás esto Curro Andrés,pero tengo guardada esa espiga para dártela y que sea separador de ese libro que leias aquella tarde de verano

TEXTO:erTIRILLAS

1 comentario:

DEESPAÑAALCIELO dijo...

Jose, Conociendo a curro estoy seguro que se hubiera alegrao mucho de poder saludarte.
Ese hombre muere por grana, muere por su semana santa y como buen flamenco lo da to por sus amigos. Seguro ke guardara esa espiga.