Eran las seis y pico , yo tras una noche tranquila de copas en varios sitios, me disponia a recoger el coche que lo tenia en el salon, bajando por la fuente de las batallas con un relente ya tipico Granadino , me acercaba a los puestos de las tortas para coger algo mas de calor con las estufas y braseros.
Ya cerca de la basilica , bastantes peregrinos llegaban a la basilica de las Angustias y ella los recibia con las puertas abiertas, yo me mire de arriba abajo y decidi entrar , me sente en un banco contemplando la escena .
Peregrinos sin sombrero, sin pañuelo gris al cuello, sin botos, eran unos peregrinos diferentes , con su chandal, y zapatillas apoyandose en una vara, pero con el mismo sentimiento como si estuvieran en la raya.
La Virgen alli estaba en el lado derecho ,ya estaba subida en su trono , yo hacia tiempo que no la veia y la vi pequeña , cercana a todos los granadinos, la verdad que me gusto esa estampa.
Como pude em dirigi a ella, al verme pensaria vaya tela con las copitas, pero la mire y le prometi que todos los años esa noche haria el camino desde donde vivo hasta sus pies.
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