GALOPANDO POR LOS SUEÑOS DE MI VIDA...

Y soñe que era Viernes tarde de una cuaresma andaluza,mi rumbo era una Triana costalera, de parihuela roja, de largas chicotas por la avenida Coria,de montaditos de lomo y adoquines, de maestria en el llamador y costaleria bajo el paso, de olores del barrio Leon a las sombras de los naranjos.











Recuerdo que esa tarde noche el paso lo rodeaban bastantes cofrades, a los que rompian el momento con sus camaras de fotos y alguna grabacion que otra,aquel ensayo fue para recordar.Mi sueño aun seguia tras ese ensayo pero mi rumbo y direccion fue otra a la que estaba acostumbrado.


Mis sentidos se pararon al llegar de madrugada al Rocio,me volvi loco ya no sabia si poner en el coche marchas o sevillanas, lo tenia todo en la vida por unos momentos.
La aldea estaba tranquila ,pero como me gusta a mi en los pasos la cosa fue de menos a mas , cante ,baile y siempre presente lo poco que quedaba para amanecer y poder ver a la Reina de las marismas.






Mi alma esa noche se quedo tranquila pero mi corazon sigo soñando,y como siempre es lo que mande el corazon segui soñando, y que sueño madre mia.

A eso de las 6 de la tarde, con un sol que entraba por la ventana de la casa de la aldea, mis recuerdos jugaron a que fuera Viernes de dolores, mis botos los cambie por unos zapatos relucientes, mi barbou por una chaqueta , y el romero por una rosa de mejorana,y vole de nuevo hacia mi barrio de Triana.



Sali de la aldea al son de coronada de estrellas,y llege a San Jacinto con Señor de las Penas,el incienso se hizo fragancia sobre las 9 de la tarde.El flamenco de triana y dejando una estela de Estrella recorrio el barrio.
Mi DNI se sintio de Sevilla,mi corazon vecino de Triana y mis alma se hizo Penas y Estrella al llegar a Santa Ana.















Temi despertar, pero aun Dios me dio de nuevo otro regalo en forma de rumbo rociero y huelvano. Huelva se presento un Domingo de Cuaresma ante la Virgen del Rocio y la brisa marinera entro a la Ermita donde tanto fue la belleza que tuve que quitarme el sombrero, despertar y inclinar la cabeza.