Aquella noche te respire,te sentí cerca y fue tras pasar la virgen de los Ángeles por la calle Santiago.Yo subido en un balcón donde un huerto de Getsemani entra hasta la cocina ya de madruga en un Lunes Santo.
Allí estaba yo .La comitiva paso y la calle se quedo vacía, con un color amarillento me quede mirando hacia sus adoquines y de repente a lo lejos sonó la marcha Amargura.
Mire a la derecha y te respire.Me imagine que tu azul palio de terciopelo rizaba el portón de cal blanca que pinte en aquellas tardes de primavera,me imagine a una nube de incienso en esa esquina que un día al año para mi es el cielo.
Te respire madre, claro que te respire, vi a un patero derecho revirar para ponerte en tu calle para despedirte de tus monjas que tanto te quieren.
Te imagine cada año, cuando te veía desde el respiradero izquierdo del misterio cuando tu salias y Dios me brindaba esa calle Sor Cristina Mesa, para poder verte madre y quedarme tranquilo que todo a salido bien.
La marcha seguía entrando por mi oídos cada vez un poquito mas lejos, pero seguía agarrado al balcón.Tenia una sensacion rara, no podía imaginarte estar tan cerca y no verte,como una gran pesadilla del cofrade de no poder ver su cofradia.
Aquella tarde te respire Amargura sentí tu cara de dulzura ,que grande eres madre mía que cuando te siento cerca me alivias la espera vivida.
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