jueves, 18 de febrero de 2010

HOY HABLAMOS CON...



Seguimos con nuestras habituales entrevistas a la gente de abajo. Hoy nos paramos a conocer a Miguel Ángel Lucena Carrillo de Albornoz.

Nacido el 23 de septiembre de 1966, en la Ciudad de Sevilla. Ya estando su madre embarazada de su hermano mayor, el Domingo de Ramos de 1964 –su hermano nació el 4-4-64 por lo que aquél Domingo de Ramos estaba a punto de parir- fue con su padre y su abuela a ver a la Estrella, y un maniguetero del paso de palio le dio una medallita diciéndole “Esto para lo que nazca”. Poco después de aquélla Semana Santa nace su hermano Antonio, en un parto que fue difícil, y sus padres lo hicieron hermano de la Estrella. Después nació el, pero a el no le hicieron hermano hasta marzo de 1976, con nueve años, siendo ese el primer año que salio de nazareno. Aquél fue el último año que salio la Hermandad de la Iglesia de San Jacinto.

Como costalero, su primer año no fue en la Estrella, sino en La Piedad del Baratillo. Fue en 1982 y tenía 15 años. Quiso ir a la Estrella pero su padre no le dejó, y al final lo convenció para ser costalero en el Baratillo, cuyo capataz era Luis Rechi, muy amigo de su familia y al que conocía desde pequeño y al que todavía añora. Con Luis de capataz, su padre finalmente accedió. Ese año iba en la tercera del paso de Cristo –aun no había dado el estirón- en cuya trabajadera iba uno de los mejores costaleros que ha dado Sevilla, afirma Lucena:" Manolín Mercao", costalero de toda la vida de Luis Rechi. Recordaba que cuando se metio la primera vez, saliendo de Santas Patronas, después de dar su primera chicotá en un paso en Semana Santa, le dijo Manolín, “niño, quítate el costal que te lo voy a hacer yo”, y se lo encajó. Al año siguiente pega el estirón y por poco no iguala ni en primera. Ese año fue a la Estrella pero, después de hacer todos los ensayos, como eran 4 nuevos en segunda –palo en el que igualo y en el que sigue actualmente- no entraron ninguno. Ese año de 1983 saco como costalero el Baratillo y el paso de la Conversión de Montserrat. Al año siguiente entro por fin en su cuadrilla de las Penas, hasta hoy, en el que, si Dios quiere, hará su Domingo de Ramos nº27 debajo de su Cristo.
A lo que terminaba diciendo :” hecho de menos en nuestra cuadrilla a gente muy buena, que ya se retiraron, como el Quini, el Navarro, Quiqui “el cochino”, el Calvo, el Acuña, el Vilches, Josele “el romano” que pedazo de trasera, junto a algunos de los que hoy continúan. Por delante, a mi Pacheco, Pollo, José Carlos Orta “el Médico”, El Tello, uno de los mejores costaleros que ha tenido el Cristo de las Penas, mi Chino, el Gamba, Fali Barbi, Bernal, Pacote, el Rojas, costero izquierdo de tercera, extraordinario costalero, mi gordo, el Despiste, hermano del Santo, y tantos que ya se retiraron y que le dieron la impronta que hoy tiene esa cuadrilla, junto con el capataz, mi compadre. Y este año echaremos de menos a nuestro Paquito Lencina.

Así recordaba y homenajeaba a todos los que formaron parte de la cuadrilla de la Hermandad de la Estrella.

1)¿Qué te aportan los pasos?

Los pasos me han aportado muchas y muy buenas amistades, momentos muy duros y momentos imborrables, la mayoría de ellos coincidentes con esos momentos duros en los que el paso dice aquí estoy yo… Son aquéllos en los que uno mira alrededor y dice a tus compañeros, “la próxima hay que levantar más fuerte todavía”, y es cuando te sientes verdaderamente costalero, y sientes la satisfacción de que uno, junto con sus compañeros, le ha ganao la pelea al paso.

2)¿Qué cofradías has sacado?

Como costalero he sacado La Piedad del Baratillo, el misterio de la Bofetá, el de Montserrat, Los Panaderos y, por supuesto, mi Cristo de las Penas. También he sido costalero del Sagrado Corazón de Jesús.

De los comienzos recuerdo que entonces, salvo algunos hermanos que se iniciaron como aficionados en cuadrillas de profesionales, la mayoría no tenía ni idea de esto. Aprendíamos a base de palos y de peleas duras, casi sin salirse porque no había tantos costaleros como hoy. Pero aquello ayudó a forjar, como decía antes, grandes amistades y grandes costaleros. El que se inició por la novedad, pronto lo dejó. Los que hoy quedan de aquéllos años son gente que le encanta esto y, por supuesto, buenos costaleros.

3)¿Qué pasos sacas actualmente?

Actualmente sólo saco nuestro Cristo de las Penas, aunque también voy de contraguía con Manolo Vizcaya en el misterio de la Oración en el Huerto. También fui contraguía del Divino Perdón del Parque Alcosa cuando lo sacaba Manolo.

4)¿Cómo ves actualmente el mundo costalero?

Actualmente veo el mundo de los costaleros muy asentado, con gran cantidad de costaleros y de gran categoría, pero eso que a primera vista resulta una evidente ventaja, ha ido en detrimento de un verdadero espíritu de sacrificio, pues existen muchos relevos y muchos costaleros están más pendiente de cómo se tienen que vestir de costalero y de cuando se tienen que salir del paso, que de lo verdaderamente importante, que es el oficio. La técnica está hoy mucho más depurada, hay más fuerza porque también hay más carne, pero a poco que aprieta un paso, muchos se quejan, y no saben que antes, cuando el pavo decía “aquí estoy yo” había que traerlo, y en muchas ocasiones íbamos con lo puesto. Recuerdo en la Estrella, cuando el recorrido de vuelta era por el puente de San Telmo, yo me salía una sola vez, en el Banco de España, justo después de los palcos, y entraba a la salida de la Catedral. O no salirte en Montserrat (los viernes santo, sobre todo al comienzo de los hermanos costaleros siempre han sido difíciles), o un par de veces en el Baratillo. En 1990, en la Estrella, iba de mármol a mármol, pero desgraciadamente, por lluvia, nos refugiamos en la Magdalena, y a eso de las 11 de la noche regresamos a la capilla. Y en cuanto a las cuadrillas de hermanos, no todas las hermandades pueden permitirse el lujo de tener cuadrillas estrictamente de hermanos, por lo que veo que en un futuro no muy lejano existirán cuadrillas que no cobrarán, pero que su capataz llevará al personal. Eso está ocurriendo hoy en algunas hermandades, pero lo disfrazamos como cuadrillas de hermanos, cuando en realidad no lo son.

Pues Lucena muchas gracias por tu colaboración y tu tiempo prestado, y que decirte, un placer ir en tu palo.Gracias

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lucenita que te quiero yo hijo

callejueladelaO